Hoy la multigremial se reúne con Hacienda para definir los términos del entendimiento. Mientras, los expertos advierten que el fuerte avance del IPC puede presionar al Ejecutivo a un alza mayor, aunque concuerdan que $220 mil es una cifra adecuada para 2014.

Por P. Toro y V. Petersen.

El tiempo corre y el gobierno no ha ingresado al Congreso el proyecto que reajusta el salario mínimo a partir del 1 de julio. Es que las conversaciones entre la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el Ministerio de Hacienda hasta ahora sólo han sido de análisis respecto al contexto económico, político y social en que se estaría discutiendo.

Si bien desde un principio la CUT pidió $250 mil para el reajuste salarial de este año, las conversaciones con los asesores de Hacienda los convencieron de transitar hacia un acuerdo.

Fuentes del gobierno, ligadas al proceso, aseguran que el proyecto no ingresará al Congreso si es que no hay un pacto con la multigremial. Es por esto que desde Hacienda solicitaron a la CUT crear una comisión negociadora, la que se reunirá mañana con los técnicos de Teatinos 120, con la idea de consensuar una cifra de reajuste.

La comisión negociadora de la CUT estará conformada por cinco dirigentes, entre los que se encuentra el vicepresidente, Nolberto Díaz; el encargado de organización, Guillermo Salinas; y el secretario general, Arturo Martínez.

Este último aseveró que dado que el gobierno se ha fijado cumplir con su programa de llegar a los $250 mil a mediados de su gestión (2016), ellos pondrán sobre la mesa otras condiciones.

“Nosotros queremos que el gobierno se coloque en la línea con el programa, que los $250 mil tienen que ser reajustable de acuerdo al IPC. Estamos hace rato pidiendo esa cifra, por lo que en 2 años ya no son $250 mil, va a ser un poco más”, señaló Martínez.

Y como segunda condición, es que el reajuste a $250 mil se materialice en 2015, y no en 2016 como se le advirtió a la multigremial en las reuniones privadas con Hacienda. “Tenemos que clarificar esto para saber cuánto va a ser el reajuste de ahora. Lo lógico es que se hagan dos reajustes para llegar a los $250 mil, pero ellos dicen que los dos años se cumplen en 2016”, indicó el secretario general.

Desde Hacienda se estaría barajando una cifra no menor de $220.000 (equivalente a un reajuste de 4,7%) e inferior a $230.000 (9,5%). Si se llegara a la media, para alcanzar los $250 mil en 2015, también se podría pensar en un reajuste de $225.000, es decir, de un 7,1%.

La presion de la inflación
Otro factor relevante que estará sin duda presente en la discusión y que podría complicar las aspiraciones del Ejecutivo, es el aumento registrado por la inflación en el último tiempo, que ha sorprendido a las autoridades.

Cuando se aprobó el salario mínimo en agosto pasado y subió a los actuales $210 mil, con un incremento de 8,8%, (ver gráfico) el mayor desde 2008, se proyectaba un IPC que convergería en torno a 3% en los meses posteriores. Sin embargo, tras el fuerte traspaso del aumento del tipo de cambio a precios, el indicador se ubicó incluso por sobre el rango meta del Banco Central, llegando al actual 4,7% en doce meses, a mayo.

De acuerdo a Hermann González, economista de BBVA Research, y ex coordinador macroeconómico de la dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, “este es un factor que siempre estará muy presente, junto a la productividad, porque el reajuste busca compensar a los trabajadores por la pérdida del poder adquisitivo que tuvieron en el último año. Entonces, ahora en un escenario de mayor inflación, éste será un factor de mayor presión para aumentar el salario mínimo”. De todas formas observa como difícil sostener un alza mayor al 5%, considerando la nula ganancia de productividad, y el ciclo económico.

Visión que comparte Joseph Ramos, economista de la U. de Chile y ex integrante de la comisión del salario mínimo.

“El salario mínimo anterior contemplaba una inflación de 3% y resultó ser sobre 4% y por consiguiente podría haber un factor compensatorio por esa diferencia. Ahora, si bien habría que corregir ese error , también hay que considerar que a diciembre la inflación sería algo menor al 4% proyectado por el BC. Esta es una discusión donde no hay nada correcto, sino que tiene un componente valórico”.

Explica que el acuerdo tácito es que en tiempo de holguras en el empleo, cuando crece con fuerza, se privilegia el alza del salario, “en cambio, en circunstancias como la actual, donde se puede prever que el empleo comenzará a tener problemas, se puede privilegiar el no dañarlo mucho más”. Su pronóstico es que un alza a $ 220 mil “no debería tensionar en absoluto la economía, y a 230 mil podría causar un poco de menor creación de empleo, como 10 mil menos”.