Lo ocurrido en Los Bronces -aún lejos de terminar- es una muestra de que este bloque tiene una agenda para este año y pretende aplicarla.
Tarde del 25 DE junio de 2007. La división El Teniente de Codelco es víctima de violentas manifestaciones de un, por entonces, incipiente movimiento contratista, las que concluyen con cincuenta detenidos, diez buses quemados y enormes pérdidas para la minera estatal.
El movimiento incluyó un paro de casi dos meses y un modus operandis que se repitió prácticamente en todas las divisiones de Codelco: cortes de ruta en la madrugada que impidió que los trabajadores -internos y externos- pudieran iniciar sus funciones diarias. A esto se sumó la toma de ciertas unidades críticas, bloqueos internos y paralización de actividades.
Durante todo ese período la minera estatal no pudo operar con normalidad. Todo se resolvió tras largas negociaciones, en las que Codelco actuó como garante en acuerdos firmados entre las empresas contratistas y sus trabajadores, aunque los líderes sindicales han insistido que el acuerdo final fue entre los trabajadores contratistas y la propia minera estatal.
Fue una advertencia: este grupo, liderado por un entonces desconocido dirigente PC Cristian Cuevas (hoy dirigente de la CUT y ex candidato a diputado por Calama) y sus métodos radicales, serían difíciles de controlar y buscarían imponer su agenda y sus condiciones por la fuerza.
Siete años después y en las operaciones de una minera privada -Anglo American, propietaria de Los Bronces, en la que Codelco posee el 20,1% de la propiedad- el modus operandi, los objetivos y hasta los dirigentes se repiten.
Ya no está Cristian Cuevas, quien ha privilegiado una carrera en la CUT; ahora lidera el entonces segundo de a bordo, Manuel Ahumada, quien hoy encabeza la Confederación de Trabajadores del Cobre.
¿Coincidencia? Fuentes de la minería plantean que evidentemente se trata de una agenda, que busca poner nuevamente en la mesa temas como el fin de la subcontratación, la negociación interempresa y la responsabilidad de la empresa mandante, tal como ocurriera en 2007. A ello se suma otros objetivos más políticos, como el fin de las AFP y la renacionalización del cobre.
En el sector minero existe preocupación porque este movimiento se instale en otras faenas privadas, pues ya ha habido contactos con líderes sindicales de federaciones de contratistas de otras mineras.
El año pasado, Cuevas se reunió con dirigentes de Minera Los Pelambres, mientras que este año se han realizado contactos con trabajadores de Salvador, división de Codelco que ha sufrido la salida de algunos trabajadores por reorganizaciones internas. De hecho, la CTC emitió una declaración pública en la que amenaza con movilizaciones en caso de que se concrete el cierre de la línea de óxidos de Salvador.
LA OCASIÓN
¿Por qué ahora? El consultor laboral Huberto Berg, plantea que el petitorio actual de la CTC se parece bastante al de 2007 en Codelco, pero al igual que entonces se lo piden a la empresa, que no tiene nada que ver porque se trata de temas que deben ser discutidos a nivel legislativo, al requerir cambios normativos.
No obstante, plantea que a diferencia de entonces -y con mayor razón durante el gobierno de Sebastián Piñera- hoy existe un clima de validación de los movimientos sociales, además de un ambiente más propicio a discutir este tipo de temáticas.
«Este es un tema absolutamente ilegal. No es una huelga, es un paro ilegal con un agravante: que termina siendo dirigido por personas que tienen una agenda propia, pero que afectan a muchas empresas al imponer sus condiciones por la fuerza. En algunos casos, empresas contratistas han debido paralizar sus funciones a causa de esta situación. Queda la sensación de que actúan en la impunidad absoluta», señala Berg.
No obstante, ya han surgido algunas señales de apoyo, por ejemplo, desde la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT). Bárbara Figueroa, su presidenta, planteó su satisfacción con la constitución de una mesa de diálogo entre los trabajadores de Los Bronces y la empresa minera, y aunque felicitó a la minera por su disposición al diálogo, también criticó la tardanza con que se acogió finalmente el llamado a negociar de parte de los sindicatos, luego de que los trabajadores se movilizaran.
LOS PRÓXIMOS PASOS
De acuerdo con documentos publicados en su sitio web por parte de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), la agenda 2014 considera cuatro puntos: demandas laborales de los sectores representados y fin al subcontrato, nuevo sistema previsional, política de recursos naturales y estratégicos y situación de salud, seguridad e impacto ambiental.
Para avanzar en estos temas, la CTC conformó un encuentro de sindicatos minero, metalúrgico y energético, en el que participaron el Sindicato de Trabajadores Contratistas (Siteco), la Confederación de Trabajadores Metalúrgico, de la Industria y Servicios (Constramet), además de la propia CTC.
Una de las próximas actividades programadas es la asistencia al Senado «a manifestar nuestro total repudio a los senadores que se opongan a una reforma profunda al sistema previsional, lo que afecta a la sociedad en su conjunto, es transversal, y que por cierto no es un sistema de previsión, sino que un perverso sistema de ahorro forzoso, que es muy distinto», manifestó Horacio Fuentes, presidente de Constramet.