Aunque es muy pronto para dar una cifra exacta del daño que produce la paralización de organismos públicos estratégicos para la economía del país, lo cierto es que hay sectores que se ven más perjudicados que otros. Incluso, se estima que el Imacec de noviembre podría mostrar una baja.

Los últimos tres meses han estado marcados por la paralización de diversos servicios públicos, primero fue el Registro Civil, cuyos trabajadores detuvieron sus funciones por varias semanas de septiembre, luego se sumó la huelga de los municipios y, recientemente, el gremio de los empleados públicos, agrupados en la ANEF iniciaron el paro de sus jornadas laborales. A ellos se sumó el Servicio Nacional de Aduanas, que lleva varias semanas con paralizaciones a nivel nacional, en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos del país, entre otros organismos estatales.

¿Cuánto impactarán estas huelgas en la economía? Aunque es muy pronto para dar una cifra exacta del daño que producen estas situaciones al comportamiento económico en su conjunto, lo cierto es que hay sectores que se ven más perjudicados que otros, e incluso es posible estimar que vendrá un impacto negativo en el Imacec (Indicador Mensual de Actividad Económica) de noviembre que publica el Banco Central, según estima el académico de la Facultad de Emprendimiento y Negocios (FEN) de la Universidad Mayor, Gustavo Moreno.

«Efectivamente paralizaciones como en Aduanas, perjudican gravemente al comercio exterior, porque los productos no pueden salir o entrar al país. En el caso de las exportaciones, se impacta en el ingreso de divisas y, el retorno para las empresas porque finalmente esas operaciones no se producen». Situación relevante, considerando que el 34% del PIB chileno corresponde a las exportaciones, las cuales se concentran en los sectores minero, industrial, agrícola y pesquero.

«Uno podría asumir que hay sectores más sensibles a estas huelgas, como por ejemplo, el agrícola, porque además los productos son perecibles, pese a que vayan en contenedores especiales. No es lo mismo exportar cátodos de cobre que fruta», sostiene el académico.

Por su parte, Marcelo Pérez, director académico del Magíster en Dirección de Logística Estratégica de la FEN, señala que «en el mercado marítimo los efectos son un poco menores, porque un retraso de dos días es perfectamente manejable. Pero en el caso terrestre, los efectos ya son mayores. Ni hablar del mercado aéreo. Dos días hacen que la fruta fresca, el pescado fresco, los repuestos de la minería, los remedios, entre otros, tengan efectos terribles. Por algo se está pagando 20 veces más caro por traer carga aérea».

Imagen país

Además de daños económicos, este tipo de paralizaciones deteriora la imagen que tiene Chile, en un mundo donde los mercados son cada vez más volátiles y existe gran competencia. A un supermercado francés, por ejemplo, no le importa si los productos provienen de muestro país o de otro, sino que tenerlos cuando los requiere y a los precios más convenientes.

«El mercado chileno muchas veces prefiere pagar un poco más y no comprar en Argentina, ya que cambian las condiciones cada cierto tiempo», sostiene Pérez, quien agrega que otra muestra de la inestabilidad de los mercados es que los espárragos ya no se exportan desde Chile, debido a su producción inestable, sino que se adquieren en Perú, ya que también son más baratos.

«Estas situaciones, además de los continuos retrasos que enfrentan los productos chilenos debido a los paros aduaneros, que son cada seis meses y siempre en noviembre (mes donde se congrega la mayor actividad), redundan en menores compras en el país, sin considerar también que los costos logísticos hacen a la región muy poco competitiva frente a América del Norte, Europa y Asia», explica Pérez.

«Los países en términos de comercio internacional esperan seriedad y estabilidad en las condiciones de comercio. Si no se cumplen las condiciones o se realizan con retraso, de inmediato se ponen en dudas las compras», agrega el académico.

Crecimiento modesto

Algunos analistas prevén un crecimiento modesto de la actividad económica para octubre (entre 3,3% y 3,8%), marcado por una baja en las ventas minoristas. Una parte de esta situación podría explicarse por la caída de 8% en doce meses, que registraron en octubre las ventas de vehículos livianos, según informa ANAC (Asociación Nacional Automotriz de Chile A.G.), como resultado del impacto que tuvo en el registro de vehículos motorizados la huelga del Registro Civil.