Por Pablo Obregón Castro

El Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago es uno de los más importantes del país. Ahí se ve el 50% de los casos laborales de la ciudad y es el escenario que eligió la profesora de Derecho Laboral de la Universidad de Chile María Cristina Gajardo para evaluar qué tan efectiva es la Dirección del Trabajo cuando se enfrenta en tribunales contra los abogados de empresas.

Durante varios meses revisó el destino de 381 multas cursadas por el organismo fiscalizador en todo 2012 y que fueron reclamadas por los empresarios en ese tribunal.

Los resultados dan cuenta de que la supuesta imbatibilidad de la DT en los tribunales no es tal. La mitad de las multas aplicadas ese año y que llegaron a ese tribunal fueron rechazadas, ya sea porque los jueces acogieron los reclamos de los empresarios (28% del total), por desistimiento de la propia Inspección para no perder los juicios (7%), sentencias acogidas parcialmente (10%) y rebaja de multas consideradas desproporcionadas (5%).

Para la autora del estudio, las cifras dan cuenta, principalmente, de que la calidad de la fiscalización ha ido empeorando: «Hay una fiscalización para la foto, los abogados saben que los reclamos son acogidos porque las multas están mal cursadas», dice.

Esta situación opera como un incentivo para litigar en tribunales que antes no existía: Las empresas asumían que la acción inspectiva y las multas tenían un sólido sustento jurídico, situación que ahora ya no es tan clara.

La académica recuerda que después del accidente de los 33 mineros, en febrero de 2010, hubo varios anuncios de que se fortalecería el rol fiscalizador de la Dirección del Trabajo, lo que no ocurrió. Lo único que hay es un proyecto de ley que ingresó en junio de 2013 que le da más atribuciones a este organismo, pero que no aumenta su planta de fiscalizadores ni aborda el tema de la independencia ni la incorporación de este servicio al sistema de Alta Dirección Pública, dice Gajardo.

Según el ex director del Trabajo y abogado laboralista, Marcelo Albornoz, históricamente el número de multas que llegaban a tribunales no superaba el 5%, y de ellas, el porcentaje en que el juzgado se pronunciaba a favor del empleador era prácticamente nulo. Lo que produjo el cambio de tendencia, señala, es la puesta en marcha de la nueva justicia laboral.

En agosto de 2009 comenzó a operar la nueva justicia del trabajo en Santiago, reforma que incorporó procesos orales ágiles y, además, eliminó una de las principales trabas que encontraban los empresarios para reclamar las multas en los juzgados: previo a la reforma había que pagar un 30% de la multa antes de llevar la disputa a tribunales. Con la reforma, esa exigencia desapareció.

«Había una justicia laboral larguísima, demorosa, burocrática, que desincentivaba el reclamo de los empleadores. Ahora, el control de los tribunales sobre las acciones de la Dirección del Trabajo es mucho mayor», señala Albornoz.

En la Dirección del Trabajo, en tanto, señalan que la mayoría de las multas aplicadas por la DT no llegan a tribunales y que, además, el valor de las multas que se aplican ahora es mucho más alto que en el pasado, lo que tiene un efecto disuasivo importante. La multa más alta que puede aplicar la DT es de 60 UTM ($2,3 millones), salvo algunas excepcionales por prácticas antisindicales, que pueden llegar a 150 UTM (algo más de $6 millones).

Las multas están calificadas como leves, graves o gravísimas, y durante este gobierno prácticamente todas las faltas se han sancionado como graves o gravísimas. La cantidad de multas consideradas menos graves pasaron de 90 a 15. Mientras, las faltas consideradas gravísimas pasaron de 130 a 381. Con esto, los montos recaudados por pago de multas aumentaron de $36 mil millones en 2011 a $58 mil millones en 2012, según cifras de la DT.

También cae el número de fiscalizaciones

Según los anuarios estadísticos de la DT, en 2006 esta realizó 53.543 fiscalizaciones de oficio y en 2012, 33.573.

El hecho de que el número de fiscalizaciones baje es un dato que entrega más luces sobre la calidad fiscalizadora de la DT, según el profesor de Derecho Laboral de la U. Diego Portales, José Luis Ugarte.

LA CANTIDAD de multas menos graves pasó de 90 a 15 y las faltas consideradas gravísimas pasaron de 130 a 381.