De casi 26 millones de atenciones generales y de especialistas en clínicas y centros médicos en 2012, 52% provino del seguro público. Clínicas de Chile asocia esta cifra al efecto de la libre elección, que permite acceder a 38 mil prestadores privados, con bonos de bajo costo.

Del total de consultas médicas hechas el año pasado en el sector privado -clínicas, centros ambulatorios y de especialidad- 52% provino de usuarios Fonasa. Así lo revela el balance de 2012 que realizó Clínicas de Chile y que muestra que las personas del seguro público han superado la demanda de pacientes de isapres en este nivel de atención, excluyendo las prestaciones de los consultorios municipales.

Según María Eugenia Salazar, gerente de Estudios de Clínicas de Chile, en 2012 se hicieron casi 200 millones de prestaciones de salud, que incluyen consultas médicas, exámenes de diagnóstico, cirugías y terapias, entre otras. De esas, 54% se realizaron en recintos de la red pública y el 46% en el sistema privado.

Sin embargo, al observar el comportamiento de las consultas médicas, ocurren dos situaciones aparentemente dispares: en los centros privados se realiza la mayoría, pero son los pacientes del seguro público quienes más las demandan (ver infografía).

Según cifras de Clínicas de Chile, en 2012 hubo cerca de 50 millones de consultas médicas, de las cuáles 52% -casi 26 millones-, se realizó en recintos privados.

Al observar quiénes son los que más recurren a doctores de clínicas y centros médicos, son los usuarios de Fonasa, con la modalidad libre elección, que les permite atenderse vía bono en una red de 38 mil prestadores privados, quienes lideran la estadística, mientras que los pacientes de isapre demandaron el 48%.

“En consultas médicas del sector privado, vemos que más de la mitad de lo que se atiende no es a gente de isapre, sino personas de Fonasa”, ratifica Salazar, quien añade que las prestaciones libre elección de Fonasa (incluyendo exámenes, terapias, cirugías, etc.) se duplicaron en 12 años, pasando de 22 millones en 2000, a más de 43 millones en 2012.

“La gente valora mucho la libre elección, pues siente que tiene opciones y le interesa resolver sus problemas en forma oportuna, pudiendo agendar una hora con alguien de su preferencia, en lugar de esperar la disponibilidad de una atención”, dice Ana María Albornoz, gerente de Clínicas de Chile.

El alza de Fonasa en la red privada, en atenciones ambulatorias, se explica además por el costo de los bonos, que van de $ 3.210 a $ 5.240 para consultas generales, y de $ 4.420 a $ 11.040 en especialidades. Se trata de valores más altos que en la modalidad institucional -red de consultorios y hospitales-, donde la atención es gratuita o con un copago de, máximo, el 20%, pero que permite agendar horas y elegir el recinto.

El director de Fonasa, Patricio Muñoz, explica que de los 13,5 millones de asegurados Fonasa, más de 10 millones pueden comprar bonos. “Una cosa es el derecho a elegir, pero en modalidad libre elección Fonasa triplica a los usuarios de isapres, lo que tiene un impacto en el mercado en términos de la oferta y la demanda”, afirma.

LIBRE ELECCION

Este año, Fonasa destinará casi $ 438 mil millones para financiar la libre elección. Se trata de una integración de los sistemas público y privado que, por un lado, amplían la oferta de atención para casi el 80% de los usuarios, pero que también implica un traspaso de fondos fiscales a centros médicos y clínicas, que explica el rápido surgimiento de recintos enfocados a estos pacientes. “La solución de salud en Chile no es estatal ni privada, es necesariamente mixta, porque el Estado no puede cubrir al 100% de la población. Fonasa hoy se hace cargo de casi cinco millones de personas carentes de recursos y el resto tiene la opción de atenderse en el sector público, también con cobertura o en el privado. Aunque haya más oferta en el sistema público, la red no da abasto”, dice Muñoz, quien añade que el alza de demanda privada de usuarios Fonasa responde, también, a un mayor poder adquisitivo, pues el ingreso promedio bruto mensual pasó de $ 380 mil en 2012 a $ 406 mil para 2014.

Una menor participación de Fonasa en la red privada, en 2012, correspondió a los días cama -ítem donde el 78% de los pacientes son isapre-, por la baja cobertura de $ 5.600 que da el seguro público, que tampoco asume el valor de remedios ni materiales clínicos.

Esto se ha abordado con 60 Pagos Asociados a Diagnóstico (PAD) -seis de ellos dentales-, que tienen precio único y conocido, que Fonasa ha pactado con las clínicas para diferentes cirugías y procedimientos, como parto, apendicitis o hernias, entre otros. Esto, ha llevado a que hoy el 34% de las cirugías de la red privada provenga de Fonasa.

“Los prestadores en convenio atienden en esta modalidad, donde se paga un valor fijo por la resolución del problema de salud, con pabellón, día cama, remedios y otros, incluido”, dice Muñoz.