Licitación de Fonasa busca hacer frente al aumento de demanda en los hospitales:

Pese a que la cifra equivale a la mitad de un centro asistencial como el de Maipú, las autoridades explican que no pueden invertir en infraestructura que solo se ocuparía durante períodos acotados.
¨Por R. Olivares, N.Cabello y S. Sottorff
Hospitales llenos, pacientes reclamando falta de atención, pasillos colmados con camillas y sofás con personas internadas. Todas estas situaciones son reflejo de que la capacidad de los hospitales a veces no alcanza a hacer frente a los bruscos aumentos de demanda de camas que ocurren principalmente en invierno.
En esos momentos, cuando se requiere con urgencia una plaza -ya sea para pacientes pediátricos, adultos, intensivos o intermedios-, los hospitales debían salir a «comprar» un cupo para sus pacientes a alguna clínica, pagando directamente por cada atención.
Hace tres años se hizo por primera vez una licitación para que las compras de estos servicios fueran coordinadas de forma centralizada por el Ministerio de Salud y se conociera de antemano cuánto costaría al hospital dicho servicio. De esta forma se genera un ahorro por volumen para el Estado, al comprar a un precio conocido con anterioridad a la urgencia.
El programa funcionó con tal éxito, que hace un par de meses Fonasa cerró la segunda versión, adjudicando parte de la demanda pública a 30 prestadores privados, de los 46 que se presentaron a la licitación.
El director de dicho organismo, Patricio Muñoz, señaló que el monto involucrado bordea los $15 mil millones al año a nivel nacional. Como la licitación cubre el período 2013-2016, en total se proyecta una transferencia al sector privado de alrededor de $45 mil millones en compra de camas hospitalarias.
La cifra equivale, por ejemplo, al doble de lo que Salud gastó en 2012 en todo el Programa Nacional de Inmunización, o también a la mitad del valor del futuro hospital de Maipú.
Aunque parece una cifra abultada, el director de Fonasa afirma que «el ahorro se genera en la medida en que nosotros vamos optimizando los recursos al comprar centralizadamente, y no cada servicio por su lado. Tenemos una ventaja de ahorro importante».
Por ley, el Fonasa puede hacer compras fuera del sector público por hasta 10% de su presupuesto total, que para 2013 fue de $3,9 billones, por lo que los $15 mil millones anuales considerados para las camas representan solo una pequeña porción.
La compra establecida en el proceso de licitación incluye días cama de hospitalización en unidades de cuidados intensivos, de tratamientos intermedios y de cuidados especiales para adultos, pediátricas y neonatales, además de otros de cuidados sociosanitarios -para pacientes que además viven en condiciones de riesgo social-, tanto para adultos como para niños. Este último ítem es el único donde no hubo prestador que se la adjudicara.
«En promedio, un día cama integral costaba el año 2009 cerca de $805 mil. El año pasado ese valor se licitó a un promedio de $320 mil. Es decir, por lo que antes se pagaba un día, hoy podemos pagar dos días y medio de cobertura. En ese sentido, creo que esto es un tremendo avance para utilizar eficientemente los recursos públicos», asegura el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Para derivar a un paciente al sector privado se tienen en cuenta dos criterios: cercanía y precio. Es decir, el recinto que cobre menos por una cama y que esté cerca del paciente que la requiere es el que recibe al enfermo. Para esto, se ocupa un software que permite hacer un seguimiento en línea de las solicitudes de cama de cada hospital, así como también de aquellos pacientes que ya han sido reubicados en clínicas y que podrían ser devueltos a los hospitales una vez que han sido estabilizados, para contener el gasto de los recintos (ver infografía).
Los oferentes
Entre los privados que suscribieron acuerdos con Fonasa para los próximos tres años están los principales centros de cada región. Por ejemplo, se podrá acceder un día cama UCI desde $800 mil en la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción. Algunos recintos, por problemas administrativos, quedaron fuera.
La licitación de camas en el sector privado no es la única que realiza Salud. De hecho, por estos días está abierta la convocatoria para la cobertura de diálisis -enfermedad incluida en el plan AUGE- por un total de $180 mil millones.
2,3
camas por cada mil habitantes hay en Chile. El promedio de los países de la OCDE es de 4,9.
44%
de las atenciones de clínicas y centros médicos son requeridas por beneficiarios de Fonasa en la modalidad libre elección.
Aumento de adultos mayores presionará por más cupos
La compra de camas en el sector privado es una medida que para el director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Óscar Arteaga, está bien para enfrentar urgencias temporales. Es lo que se ha hecho, según el ministro Jaime Mañalich: «No podemos tener una infraestructura pública de salud para ‘el máximo’. Tenemos elementos de predicción para saber cómo va a venir el invierno, pero la demanda en salud tiene una oscilación importante. Tenemos que construir infraestructura adaptada a la media de la demanda y no invertir de más».
Pero hay un factor que, según Arteaga, no se ha considerado en este esquema. «Hay que definir qué camas necesitamos. Por supuesto que requerimos camas UTI y UCI pero con el envejecimiento de la población, vamos a requerir camas de larga estadía. ¿Va a convenir estar siempre comprando camas al privado o es mejor construirlas en nuestros hospitales?», dice.
Un análisis que las clínicas sí han hecho. Ana María Albornoz, gerente general de Clínicas de Chile -entidad gremial que agrupa a los principales recintos privados-, afirma que «los distintos prestadores prevén que los volúmenes de demanda continuarán incrementándose, dado el aumento en la edad de la población, de enfermedades crónicas y cambios de hábitos, en el sentido que todas las dolencias aspiran a ser tratadas por atención profesional». De hecho, Albornoz reconoce que el sector ya ha ampliado su infraestructura debido a los crecientes requerimientos que han tenido en los últimos años.