Desde la población José María Caro, en Lo Espejo, se puede observar a lo lejos el Templo Votivo de Maipú. La realidad es que allí el parque habitacional se mantiene intacto, con máximo cuatro pisos, desde la década de los 90, una cara muy distinta a la del crecimiento que se ve en el resto de Santiago, a través de la construcción de casas y departamentos.

La ausencia de inversión inmobiliaria de Lo Espejo se repite en Pedro Aguirre Cerda, Lo Prado, Cerro Navia y La Pintana, las únicas comunas de la capital que mantienen sólo la edificación de vivienda social, pero no hay oferta nueva, lo que se puede apreciar en los análisis de firmas como Adimark, dedicada al sondeo de ese mercado.

El administrador municipal de Lo Espejo, Jaime Rojas, sostiene que la ausencia de polos de desarrollo lleva a que “no haya servicios como un centro comercial o un banco. ¡Tenemos que salir de la comuna para comprar!”. Sostiene que un factor que los limita es que en la comuna “rige el plan regulador de La Pintana, con cuatro pisos como máximo (comuna de la que nació en 1991). Estamos evaluando cómo actualizarlo”. Añade que esto lleva a que los inversionistas no se interesen ni haya paños en oferta. Sí, se ha destinado espacio en el último año a 148 viviendas sociales.

En La Pintana se da una paradoja: el municipio dice que tiene unas 800 hectáreas destinadas a viviendas, las que surgirán cuando se apruebe el Plan Regulador Metropolitano (en revisión en la Contraloría), plantea el alcalde local, Jaime Pavez. Añade que pese a la poca disponibilidad de paños se han construido unas 1.200 viviendas económicas. Pero dice que espera “que vivamos la misma situación en el futuro que San Bernardo, donde haya una mayor oferta y que la gente que progresa no migre fuera de la comuna buscando una mejor casa. Queremos en el futuro ser un polo inmobiliario”. La alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda, Claudina Núñez, afirma que desde 2012 espera recursos para actualizar el plan regulador, pero el Gobierno Regional no los ha entregado: “Nosotros no tenemos recursos para actualizarlo”, dice. Añade que tampoco tienen suelo disponible para vivienda social ni para la recuperación de los barrios. “Estamos a 15 minutos del centro, nos gustaría que nos contemplaran”, asevera.

En Lo Prado, el alcalde Gonzalo Navarrete dice que en 20 años “no ha habido ninguna inversión inmobiliaria en la comuna”. Por eso, asegura que el municipio declaró de interés público un proyecto presentado por privados que tendrá 330 casas y un centro comercial para clase emergente, el que aún no se construye. Asegura que la “mala imagen de la comuna contribuye a que no se quiera vivir acá”.

En Cerro Navia, el alcalde Luis Plaza sostiene que cuando se construya el nuevo hospital en la comuna “habrá un incentivo a los proyectos inmobiliarios. Hasta ahora, hemos construido proyectos habitacionales solamente”. De hecho, dice que se han entregado más de 2.000 viviendas sociales durante su período.

Estudios

Juan Andrés Muñoz, secretario regional ministerial de Vivienda de la RM, asegura que la cartera aportó a Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo los recursos para estudios de actualización de los planes reguladores, análisis que finalizaron en 2005, pero las comunas no avanzaron en nuevas regulaciones.

Para Muñoz, “no necesariamente esto sucede por el plan, sino que pueden incidir situaciones como índices de delitos o conectividad de esas comunas”.

El encargado de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Pablo Alvarez, sostiene que “ninguna inmobiliaria va a invertir si no hay demanda. Además, el factor regulatorio de la comuna es importante, porque allí se establecen las condiciones en cuanto a altura, densidad y constructibilidad”.

Iván Poduje, socio y urbanista de la Oficina Atisba, dice que las comunas donde se invierte deben poseer atributos: “El Metro es uno de ellos, porque los usuarios valoran sobremanera este aspecto”. Añade que para poder ingresar a este grupo, además de un ajuste de los planes, debe haber inversión vial y en áreas verdes.