Lamentablemente, aún son pocas las organizaciones que parecen haber descubierto la relación que hay entre el nivel del mantenimiento de las máquinas y la seguridad de quienes deben operarlas o mantenerlas.

Por Yerko Valencia Fernández, ingeniero mecánico, especialista senior en seguridad industrial ACHS.
La gestión de los procesos productivos en la actualidad requiere de equipos o instalaciones que garanticen una máxima confiabilidad y que permitan dar cumplimiento dentro del plazo a los pedidos o contratos con los clientes y, por otro lado, avalar que los costos sean los mínimos posibles.

Lo anterior se logra a través de una gestión de activos o de mantenimiento y seguridad adecuados, detectando las fallas en sus etapas iniciales y permitiendo la planificación de las acciones correctivas en paradas programadas de las máquinas que minimicen los tiempos muertos y el efecto negativo sobre la producción, así como eventuales paralizaciones decretadas por la autoridad como consecuencia de accidentes laborales graves.

En este sentido, el mantenimiento predictivo aparece como una herramienta preventiva muy útil y necesaria, en particular para aquellos procesos identificados como críticos.

La aplicación de estas técnicas permite reducir las mantenciones o reparaciones no planificadas y tiene un efecto importante en los costos, la disponibilidad de las máquinas y en la seguridad de operadores y mantenedores.

Más que buena práctica

Lamentablemente, aún son pocas las organizaciones que parecen haber descubierto la relación que hay entre el nivel del mantenimiento de las máquinas y la seguridad de quienes deben operarlas o mantenerlas. Como analogía resulta claro, por ejemplo, que si no nos ocupamos del mantenimiento preventivo de nuestro automóvil aumenta la probabilidad de tener accidentes, ya que la falta de mantención afecta de forma directa el desempeño esperado de nuestro vehículo en especial en maniobras repentinas o de emergencia, poniendo en riesgo nuestra propia seguridad y la de nuestra familia.

Por carecer de una reglamentación específica con relación a las máquinas y por consiguiente de los estándares para su mantenimiento, la mantención predictiva (incluso la mantención preventiva básica) en muchas empresas aún es vista casi solo como una buena práctica, lo que podría imposibilitar el progreso de la seguridad de los lugares de trabajo y la reducción, por ejemplo, de los accidentes graves con consecuencia de amputación causados por operación de máquinas.

Seguridad de especialistas

Por otra parte, desde la perspectiva de los administradores del mantenimiento, el desarrollo de este tipo de programas representa también desafíos importantes para garantizar la seguridad de los especialistas que ejecutan la mantención, ya que las técnicas de detección utilizadas por el mantenimiento predictivo son en su mayoría on-condition, lo que significa que las inspecciones se pueden realizar con la maquinaria en operación a su velocidad máxima.

Esto, en la práctica, implica que para la revisión de sensores o evaluación de otros elementos tales como temperatura, aceites o características físicas de algunos materiales, el personal deba aproximarse en forma frecuente a las zonas peligrosas de las máquinas o sus partes en movimiento, aumentando así el nivel de riesgo asociado a las tareas de mantenimiento.

Para el desarrollo adecuado de este tipo de técnica sin comprometer la seguridad de quienes deben aplicarlas, deberá mejorarse también el control de riesgos en las tareas de mantenimiento en general, introduciendo otras técnicas complementarias como el bloqueo de seguridad, también conocido como LOTO en los países con un mayor nivel de desarrollo.

Creemos que el mantenimiento predictivo es una herramienta preventiva interesante, esperamos que en el mediano plazo la implementación de los acuerdos firmados por nuestro país impulsado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pueda generar un nuevo escenario para aumentar la implementación de estos planes en las empresas, pudiendo avanzar tanto en la calidad de los procesos de mantenimiento como en la protección de los trabajadores.

Fuente: El Mercurio