Pese a la precarización observada del empleo —ha aumentado el porcentaje de empleos por cuenta propia en comparación con los dependientes—, aún predominan, en el mundo privado, los trabajadores con contrato, incluso indefinido. Nuestra legislación les entrega un cúmulo de garantías. Pero los que trabajan por cuenta propia, o boletean, quedan vulnerables y desamparados ante cualquier vicisitud.